La familia Boffi, parte integral de la historia del diseño italiano, estableció conexiones con figuras que se convertirían en íconos en la escena internacional de sistemas de interior. La narración comienza en un pequeño taller artesanal de la provincia de Monza Brianza. En 1934, Piero Boffi, tras su trabajo diario como artesano en la fábrica Caproni, encendía la luz todas las noches para experimentar y generar nuevas ideas. Estas ideas, en los años siguientes, revolucionaron los conceptos de cocina y de vida.